Osteopatía en Córdoba
¡Ah si, lo de los huesos! Pues he de decirte que la osteopatía es mucho más que valorar los huesos y hacer técnicas de manipulación que te "recolocan la espalda". Y es que realmente no recolocamos nada, porque las vértebras y los huesos no se salen de su sitio así como así, y si lo hicieran, al primer sitio dónde deber ir es a Urgencias.
La osteopatía es una disciplina terapéutica que aúna un conjunto de conocimientos específicos de anatomía y fisiología del cuerpo humano y del comportamiento de los tejidos cuando se da una enfermedad o disfunción y que normaliza las funciones corporales usando técnicas manuales.
Principios fundamentales de la osteopatía
Algunos de los principios o fundamentos que integran la osteopatía son:
- El cuerpo humano es una unidad: en él todo está conectado y su conjunto es mucho más que la suma de sus partes. Es, por tanto, un sistema holístico.
- El cuerpo tiene sus mecanismos de autocuración pero para ello las estructuras que lo integran deben estar equilibradas. La osteopatía, mediante terapias manuales, restaura ese equilibrio u omeostasis.
- La estructura del cuerpo está íntimamente relacionada con la función que cumple, por tanto un cambio en una conlleva un cambio en la otra. Por ejemplo, si un músculo, por el motivo que sea, no realiza su función se debilita y cambia su estructura.
- Trata al paciente en su conjunto y no la sintomatología concreta. Los sistemas del cuerpo están conectados, y un trastorno en uno de ellos repercute en los otros, pudiendo aparecer alteraciones lejos de la zona de origen del problema. Para corregir los síntomas debemos sanar la causa que los originó.
Tipos de osteopatía
La osteopatía craneal: Emplea técnicas enfocadas en las suturas craneales y las membranas intraóseas para restaurar la plasticidad del cráneo. También mejora el bombeo de líquido cefaloraquídeo que se produce entre el cráneo y el sacro.
La osteopatía estructural se centra en los problemas del sistema musculoesquelético, restablece la falta de movilidad en las estructuras (huesos, músculos, articulación y ligamentos) que lo integran, mediante manipulaciones de alta velocidad y baja amplitud, técnicas funcionales o miofasciales, de bombeo, articulatorias…
La Osteopatía visceral: analiza el movimiento y las restricciones de las vísceras como el estómago, hígado o intestinos entre otros. El objetivo del osteópata en estos tratamientos es:
- Restaurar la correcta movilidad de la víscera afectada trabajando la fascia, los músculos y ligamentos que la sostienen.
- Liberar el flujo sanguíneo de las arterias que la irrigan para favorecer su nutrición, oxigenación y eliminación de desechos.
- Liberar las adherencias entre las vísceras y las estructuras. Todo ello para recuperar una adecuada movilidad y funcionamiento.
- Se debe prestar especial atención al diafragma pues, con su movimiento, desplaza los órganos y, si este presenta algún bloqueo, puede alterar el funcionamiento de las vísceras o del sistema musculoesquelético.
Pero ¿cuáles son los principales beneficios de la osteopatía?
Los pacientes recuperan su calidad de vida obteniendo resultados a corto plazo pues:
- Acelera los procesos de recuperación al restaurar el equilibrio y estabilidad del cuerpo (movilidad, elasticidad, coordinación…) y reduce la probabilidad de sufrir lesiones.
- Es un tratamiento poco invasivo y no doloroso, que emplea terapias manuales y el paciente no consume fármacos (fundamental en casos de alergias).
- Trata el origen de la patología, pues si solo se tratan los síntomas, estos volverán a aparecer.
- Se aplica a un gran número de trastornos y alteraciones orgánicas.
- Es apto para todos los públicos sin importar edad, género o condiciones físicas.
- Fortalece y restaura los mecanismos de salud y defensa natural.
¿En qué enfermedad o patologías está indicada la osteopatía?
La osteopatía es una gran aliada para tratar todo tipo de:
- Trastornos del sistema osteo-articular y músculo-esquelético: artrosis y algunos tipos de artritis, cervicalgias, cervicobraquialgia, tortícolis, dorsalgias, dolores articulares, intercostales y vertebrales, escoliosis, esguinces, contracturas y tendinopatías, radiculopatías (pérdida de sensibilidad), dolencias fruto de dismetrías estructurales (miembros de distintas longitudes), etc.
- Patologías viscerales como enfermedades digestivas y genito-urinarias: dolores abdominales, reflujo, hernias de hiato, gastritis, cólicos, estreñimiento, diarrea, dolores menstruales, de espalda, colon irritable, meteorismo, gases…
- Estrés emocional y psicológico, depresión, insomnio, hiperactividad, problemas de concentración, trastornos del sueño y ansiedad, trastornos anímicos, etc.
- Neuronales: cefaleas de distintos orígenes, neuralgia trigeminal, migrañas tensionales.
- Tratamientos postoperatorios para contrarrestar los efectos de una prolongada inactividad.
Además también resulta ser de ayuda en casos de:
- Lesiones deportivas.
- Lumbalgia, lumbociática, ciatalgia, sacroileitis, coccigodinia.
- Mala oclusión dental o trastornos de la ATM.
- Acúfenos y tinnitus
- Problemas articulares
- Problemas mecánicos del organismo.
- Secuelas de accidentes de tráfico, caídas, traumatismos.
- Vértigos , mareos y cefaleas
En resumidas cuentas, la osteopatía es un método indoloro y natural (solo empleamos las manos y nuestro conocimiento del funcionamiento del cuerpo) y especialmente útil en pacientes con alergias a medicamentos.
Por eso lo integramos como parte de nuestros tratamientos de fisioterapia, pues su combinación con otras técnicas potencia considerablemente sus beneficiosos efectos.
En la actual legislación española, la osteopatía carece de regulación como profesión independiente, lo que genera que haya cierto intrusismo en esta área.
Cuídate y acude siempre a fisioterapeutas que tengan formación en osteopatía.